"Un Santo, en obras y en verdad, no espera encontrar un cielo inmaterial, sino más bien un cielo con campiñas, casas, ciudades, vegetación, ríos y animales; con tronos, templos, palacios, reyes, príncipes, sacerdotes y ángeles; con alimento, vestido, instrumentos musicales, etc.; todo lo cual es materia. Ciertamente el cielo de los Santos es una creación material celestial, redimida y glorificada, habitada por seres materiales glorificados, varón y hembra, organizados en familias, incluyendo las relaciones de esposo y esposa, padre e hijo, y donde la pena, el llanto, el dolor y la muerte no se verán más. O para ser más precisos, cuando esta tierra sea glorificada será el cielo eterno de los Santos. En ella esperan vivir con santas pasiones, un cuerpo y todas sus partes. En ella esperan pasar su existencia, moverse, comer, tomar, conversar, adorar, cantar, tocar instrumentos musicales, participar de entretenimientos sociales inocentes y gozosos, visitar pueblos y mundos vecinos. En verdad, la materia, sus atributos y propiedades, son los únicos seres u objetos con los que esperan relacionarse. Si ellos abrazaran al Padre, esperarían abrazar a un Personaje glorificado inmortal, espiritual y material; si abrazaran al Hijo de Dios, esperarían abrazar a un Ser espiritual de carne y huesos de materia, cuya imagen es a semejanza del Padre; si disfrutan de la compañía del Espíritu Santo, esperan contemplar a un personaje espiritual glorioso, un cuerpo de espíritu compuesto de materia; si se asocian con espíritus de hombres o ángeles, esperan que sean materia."
Orson Pratt Millennial Star, Vol.28, P 722, November 17, 1866
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