miércoles, 4 de septiembre de 2013

Spencer W. Kimball: Una oracion y un Epitafio


Enseñáme que 60 minutos hacen una hora, 16 onzas una libra y 100 centavos un dólar.

Ayúdame a vivir de tal manera que pueda acostarme con una conciencia tranquila, sin un arma bajo la almohada y sin la obsesión de ningun rostro de alguien a quien hubiese causado dolor.

Concédeme, te imploro, que pueda ganarme el pan diario honradamente, y que al hacerlo pueda mantener mis manos en su lugar.

Cierra mis oídos al retintín del dinero deshonesto y al crujido de faldas inmodestas.
Ciégame ante las faltas de mi prójimo y revelame las mias.

Guíame para que cada noche al sentarme a la mesa con mis esposa, que ha sido una bendición en mi vida, pueda mirarla a los ojos sin tener que esconder nada.

Consérvame lo suficientemente joven para reír con mis hijos y entregarme a sus juegos.

Y cuando llegue el día del aroma de las flores, y se oigan las huellas de los dulces pasos y el crujido de las ruedas del coche fúnebre deslizarse sobre la grava frente a mi sitio, haz breve la ceremonia y simple el epitafio, de modo que diga: "Aqui yace un hombre".


J. Hugh Campbell, Dallas, Texas, "A Prayer and an Epitaph" 
citado por Spencer W. Kimball en "La Fe Precede al Milagro"

John Bytheway: Con Quien, Cuando y Porque Nos Casamos

martes, 27 de agosto de 2013

Canal Mormón: Mi Padre Celestial Me Conoce



"Se percibe un sentimiento de liberación cuando una persona toma la determinación por sí misma de ser obediente a nuestro Padre y a nuestro Dios y le expresa esa disposición por medio de la oración."

— Boyd K. Packer



Orson Pratt: La Fe y las Visiones de los Antiguos Santos

...Los mismas antiguas grandes bendiciones, pueden ser disfrutadas por los Santos de los Últimos Días

Un discurso del élder Orson Pratt, entrega en el Tabernáculo, Great Salt Lake City, 13 de abril de 1856, reportado por GD Watt en pp344-354 del volumen 3 del Diario de Discursos.

[Élder Pratt leer los párrafos séptimo, octavo y noveno del Libro de Éter.]

He leído, en el Libro de Éter, una parte de lo que está escrito de esa gran y maravillosa visión, que se muestra a un hombre en todos los aspectos, al igual que para nosotros mismos, en lo que respecta a su naturaleza, todos los hombres que se someten a ciertos mal influencias, a través de la transgresión de nuestros primeros padres. Al mismo tiempo, si no hubiera sido por su transgresión de los mandamientos del Señor, en el jardín del Edén, esta congregación no habría estado aquí.
Debido a que Adán y Eva transgredieron estamos aquí con tabernáculos mortales, y estos tabernáculos mortales están sujetas a la vanidad, a través del poder que el adversario tiene en cuenta nuestra organización en la carne, sino que tiene poder sobre el espíritu, y para llevarnos a la cautividad y la esclavitud, y someternos al yugo de la esclavitud, del pecado, de la naturaleza caída y corrupta, pero, por la resurrección de Jesucristo, que fue preparado antes de la fundación del mundo, tenemos la esperanza de ser redimido de lo que es un yugo sobre nosotros en la economía de este período de prueba, la mortalidad fue instituido por el Señor que nos dé la oportunidad de demostrar a nosotros mismos.
Nuestros primeros padres a fondo transgredir la ley de Dios, trajo la muerte al mundo, sino a través de la muerte de Jesucristo, se introdujeron la vida y la inmortalidad. El que lleva a la esclavitud, y el otro nos da esperanza de escapar, de la redención, para que vengan con el mismo tipo de cuerpo que Adán tenía antes de la caída, un cuerpo de carne y huesos inmortales.
Adán y Eva eran inmortales, al igual que los seres resucitados, pero previo a su rebelión no tenían conocimiento del bien y del mal.
Después de la redención no sólo vamos a tener el mismo tipo de organismos que poseían en el jardín del Edén antes de la caída, pero vamos a tener un conocimiento del bien y del mal a través de nuestra experiencia. Con este fin hemos llegado a ser participantes, a través de nuestra agencia, del conocimiento del mal en esta vida, que todos podamos saber apreciar bien cuando se nos pone en posesión de la misma.
De ahí que en nuestros tabernáculos inmortales, cuando se sacó de la tumba, tendremos un conocimiento de nuestra experiencia, un conocimiento más perfecto. No habrá imperfección de la memoria, sino que se recuerda, como el Profeta nos dice en el Libro de Mormón, todas las cosas que han tenido lugar durante nuestra vida terrenal, todo lo que hemos pensado y hecho.

viernes, 23 de agosto de 2013

Melvin J. Ballard: La Lucha por el Alma

Hace tres semanas, durante la sesión general de la conferencia, tuve el privilegio de referirme a algunos elementos de interés para los Santos de los Últimos Días y para el mundo, de acuerdo con las inspiradas palabras de profeta americano Nefi, quien unos 600 años antes del nacimiento de Cristo dejó un mensaje expresamente para esta generación. Quisiera ahora continuar en el mismo espíritu de aquellas instrucciones, y para así hacerlo, desearía leer unos pocos párrafos de 2 Nefi capítulo 28:
"Sí, y habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos, porque mañana moriremos; y nos irá bien. Y también habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos; no obstante, temed a Dios, pues él justificará la comisión de unos cuantos pecados; sí, mentid un poco, aprovechaos de alguno por causa de sus palabras, tended trampa a vuestro prójimo; en esto no hay mal; y haced todas estas cosas, porque mañana moriremos; y si es que somos culpables, Dios nos dará algunos azotes, y al fin nos salvaremos en el reino de Dios." (2 Nefi 28:7-8).

Orson Pratt: El cielo de los Santos

"Un Santo, en obras y en verdad, no espera encontrar un cielo inmaterial, sino más bien un cielo con campiñas, casas, ciudades, vegetación, ríos y animales; con tronos, templos, palacios, reyes, príncipes, sacerdotes y ángeles; con alimento, vestido, instrumentos musicales, etc.; todo lo cual es materia. Ciertamente el cielo de los Santos es una creación material celestial, redimida y glorificada, habitada por seres materiales glorificados, varón y hembra, organizados en familias, incluyendo las relaciones de esposo y esposa, padre e hijo, y donde la pena, el llanto, el dolor y la muerte no se verán más. O para ser más precisos, cuando esta tierra sea glorificada será el cielo eterno de los Santos. En ella esperan vivir con santas pasiones, un cuerpo y todas sus partes. En ella esperan pasar su existencia, moverse, comer, tomar, conversar, adorar, cantar, tocar instrumentos musicales, participar de entretenimientos sociales inocentes y gozosos, visitar pueblos y mundos vecinos. En verdad, la materia, sus atributos y propiedades, son los únicos seres u objetos con los que esperan relacionarse. Si ellos abrazaran al Padre, esperarían abrazar a un Personaje glorificado inmortal, espiritual y material; si abrazaran al Hijo de Dios, esperarían abrazar a un Ser espiritual de carne y huesos de materia, cuya imagen es a semejanza del Padre; si disfrutan de la compañía del Espíritu Santo, esperan contemplar a un personaje espiritual glorioso, un cuerpo de espíritu compuesto de materia; si se asocian con espíritus de hombres o ángeles, esperan que sean materia."


Orson Pratt Millennial Star, Vol.28, P 722, November 17, 1866

Brigham Young: El misterio más grande por aprender

"El misterio más grande que un hombre puede aprender, es saber cómo controlar la mente humana, y poner todas las facultades y el poder de la misma en sujeción a Jesucristo; este es el misterio más grande que tenemos que aprender mientras estemos en estos tabernáculos de barro."

(Brigham Young, 9 abr 1852, Lago Salado)